Me gusta cuando Luisa juega con mis trenzas, me aprieta
entre sus brazos y me dice que me quiere. Sin embargo, últimamente, ha estado
distante, algo la tiene alborotada y no sé qué es.
Hace días que la espero en este rincón donde me ha dejado,
pero ella no se ha acercado ni siquiera a servirme una tacita de té. Si pudiera
iría por ella. Pero ¡Ahí viene, qué
sorpresa!. La escucho reír, cantar de alegría, en sus manos trae algo, que al
parecer la hace muy feliz. Ya puedo ver,
es un paquete. Rompe el papel con emoción… y allí sale ella: Tiene el pelo
rubio, largo y ondulado, una sonrisa falsa y muchas curvas, es jodidamente
flaca y luce prendas elegantes, puro tul, encaje y lentejuelas. En cambio yo,
con mi pelo de lana, siempre el mismo vestido y este sombrerito pasado de moda.
Ya no me querrá, la preferirá a ella, yo le pareceré aburrida, amorfa, solo un
trapo viejo e inútil.
Con delicadeza Luisa la sienta a mi lado. Me duele el cariño
con que la mira. Siento que a mí me ignora. Ahora su preferida es ella, esta
Barbie. Seguro se la llevará a la cama a dormir, dejándome a un lado, tirada al
abandono. ¿Qué comodidad le puede dar esa flaca de plástico? En cambio yo, soy
una muñequita de tela, siempre dispuesta a velar sus sueños.
Esa noche, Luisa tomó su libro preferido de cuentos y les
leyó a Penélope (su muñeca de trapo) y a Bárbara (su Barbie) y luego las tomó a
ambas y las llevó a su cama a dormir.
Durante la noche, Penélope observaba intranquila todos los
movimientos de Luisa, mientras pensaba: “Espero que mañana solo quiera jugar
conmigo y no con ella”.
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20 Locuras:
Los celos infantiles típicos entre hermanos, llegan incluso al mundo de las muñecas, que estas también tienen alma. Llega la Barbie y peligra su posición en la cúspide de los afectos. Tierno, dulce, precioso relato.
Gracias por sumarte a mi propuesta.
Un abrazo.
Celos hasta en las muñecas... es que son un fiel reflejo de la realidad.
un relato llena de ternura.
Tu historia me recuerda a Toy Story, especificamente la primera pelicula.
Ah, me has recordado a Toy Story. Hay en tu relato una mezcla, perfectamente medida, entre dulzura, ternura y amargura.
Enhorabuena
Un beso
Si tuvieran vida seguro que tendrían celos, como estas dos. Cada una quiere ser la preferida de su dueña y así les va.
Has enfocado el tema de una forma muy original.
Un abrazo
Los celos atacan hasta los corazones de las muñecas, y admitimos muy mal creer que nos puedan desplazar en el corazón de quienes amamos.
Me ha gustado como plasmas las emociones.
Besos preciosa.
¿Y por qué no hacerse amiga de la nueva muñeca, enseñarle los secretos de su dueña y juntas tratar de ser felices?
Es malo quererlo todo para uno solo.
Un abrazo.
Es que es muy duro que te dejen por una nueva muñeca y que no quieran jugar contigo, pero quizás debería optar por compartir y jugar en grupo. Muy bueno, besote
Una Barbie no es para dormir!! (ayudo a Penélope). Que cierto que llega un momento que cambiamos nuestros juguetes más queridos por otros. Aunque no creo que Luisa olvide nunca a su muñequita de trapo.
Muy original tu entrada.
Bienvenida, Jime... nunca te había leído antes (admito tirón de orejas) ;)
Besos!!
Resulta que nunca tuve una Barbie (aunque admito haberla deseado con ansias), pero era tanto el cariño que le he profesado a cada muñeca que formó parte de mi infancia, que creo que la hubiera querido del mismo modo que a las demás... pero claro, eso no quita, que entre muñecas, no existan ciertos resquemores (es que aún creo que tienen una vida secreta, más allá de la apariencia estática que nos ofrecen).
Muy bien contado Jime, me ha encantado!
Má*
Es la primera vez que te leo, y estoy encantada de haberlo hecho. El relato es muy original y me siento identificada con la muñequita de trapo, !pobre! es normal que sienta un poco de inseguridad ante semejante bellezón, pero seguro que ella tiene otras cualidades.
Besos
Hermoso y tierno relato, será verdad que los juguetes también sienten celos? Me encantó el rumbo que le diste a este jueves.
Un abrazo.
Primero quiero darte elogios por tu blog, tiene mucha originalidad y creatividad, me encanta. En segundo lugar decirte que me ha gustado y enganchado mucho tu texto, es una buena forma de narrar celos de muñecas, me ha gustado muchisimo. Te sigo ;)
Fresco y diferente, sin embargo la esencia es común a todas las manifestaciones de celos.
Me gusta el relato porque es muy descriptivo, lo identificas enseguida y el mensaje queda abierto. Todo se puede soportar, incluso la distancia. Que no es el caso, pues acaban las dos compartiendo cama y cariños.
Celos...¿son también miedo?
Besos
Me ha encantado tu forma de describir un sentimiento tan corriente que hasta llega a los juguetes. :)
(Un secreto:... yo separaba a mis peluches por la noche porque pensaba lo mismo: que podían sentir envidia los unos de los otros jaja)
Besotes
Utilizaste la ternura de las muñecas para albergar ese sentimiento destructor. Te quedó un relato precioso.
(nunca me han gustado la barbis) ejem ejem.
Besos
Me quedaría con la muñequita de trapo. Nada de barbies. Entiendo a Penélope ;-)
Bss.
Pues me quedaría con la muñeca de trapo, seguro que cuando Luisa sea mayor será la que conserva y quiere.
Bonito relato, Jime. Besos.
Como dice la muñeca de trapo, el plástico no es cálido.
Un beso.
Te dejé un premio en mi blog :)
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