LOCOS INSOMNES: Capítulo 6

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Esa noche Yukita no durmió. La intranquilidad la dominaba ¿sería ese tal “Kris” su vecino? Tendría que averiguarlo.

A todo esto, unos extraños ruidos aumentaron su nerviosismo. Sentía pasos y que arrastraban objetos en el departamento contiguo, que estaba desocupado. Se quedó escuchando un buen rato, pero los sonidos lejos de desaparecer, se hicieron más intensos y raros. Finalmente tomó valor y salió a inspeccionar. Ciertamente los sonidos venían del departamento de al lado, pero para su mayor sorpresa la puerta del 5 A se hallaba abierta de par en par. Tentada por su gran curiosidad se acercó despacito preguntando suavemente:

-          - ¿Hay alguien ahí? – sin obtener respuesta.

“¡Qué raro!” se dijo a sí misma. “¿Qué estará pasando?” una vez más insistió:

-         -  ¿Vecino está por allí?

Silencio… subrepticiamente fue ingresando al departamento, mirando con mucha atención hasta el último rincón. Todo se veía ordenado y prolijo, lo que confirmaba su sospecha de que vivía con una mujer. Sin ningún escrúpulo, para comprobar su teoría, comenzó a escudriñar dentro de placares y cajones, viendo que toda la ropa que guardaba era de hombre, lo que la hizo sospechar que su pensamiento no era correcto. Su ropa interior olía rico, a ese perfume suyo tan especial. Mientras espiaba, un sonido detrás de ella la asustó, trastabillando tiró sin querer una portátil, la que se rompió en mil pedazos al caer contra el piso.

-          - ¡Carajo! ¿Qué es eso que está sonando?

En cuanto volteó, comprobó que se trataba de un celular. Dejando caer un bóxer al piso, agarró entre sus manos el aparatejo. En su pantalla se podía leer: “Nuevo mensaje de Ricky”.

Yukita abrió sus ojos y sin poder evitar su curiosidad leyó el mensaje:

“Kris, te extraño amor ¿En qué andas?”

El asombro la invadió y sin poderse contener contestó el mensaje:

“Ando bien, gracias. Saludos a tu familia”

Yukita salió apresuradamente del 5 A.

Con las manos temblorosas agarró las llaves para abrir la puerta de su departamento. Antes de entrar vio que apenas se abría la puerta del 5 C, dejando escapar por una pequeña rendija un gato. Ella quedó inmovilizada, no entendía nada. En tanto una voz masculina decía:

-          - ¡Fuera minino! ¡Fuera! – Al tiempo que la puerta se volvía a cerrar bruscamente.

El gato se trepó a sus brazos maullando, y ella lo abrazó asustada.

-          - ¿Qué te paso gatito lindo? ¿De dónde saliste?

Al momento en que escuchó proviniendo del pasillo:

-          - ¡Milky! ¡Milky! ¿Dónde te metiste Milky? Pss, pss

Y allí estaba su vecino.

-           - ¿¡Qué haces con mi gato!?

-          - Yo… yo… salió del 5 C

-          - ¡No me digas! Ahí no vive nadie.

Y ella torpemente dijo:

-          - Si, si, el gato.

El muchacho le quitó el gato de sus manos y algo furioso se metió dentro de su departamento, encontrando su bóxer en el suelo y una portátil hecha añicos. Más enojado aún, la encaró y le dijo:

-          - ¿Entraste a mi departamento?

-          - No, no, el gato – respondió ya muriéndose de vergüenza.

-          - ¡Ah, claro! Ahora es todo culpa de mi gato.

Y sin más miramientos cerró la puerta de un portazo.

Esta vez si quería que la tierra la tragara.

Imagen realizada por Gaby*

Y ya que en la historia se metió un gato, cierro este capítulo con Lovecats de The Cure.