Ni bien comenzada la mañana, Yukita rogó para sus adentros
que este fuese un día normal, sin sobresaltos ni confusiones.
Ya saliendo para su trabajo, corre con la suerte de toparse
en el pasillo con el vecino del 5 A y del 5 C. Esta vez no sintió mariposas en
el estómago, sino que tremendo retorcijón (menos mal que había pedido que el
día fuera tranquilo). Por su parte Kris la miró con mala cara y casi
llevándosela por adelante le dijo:
-
- Buenos días Pocha.
Yukita trastabilló, más enseguida se sintió sostenida por su
nuevo vecino, que atentamente le preguntó:
-
- ¿Estás bien? ¡Qué desubicado! Perdón… Pocha, mi
nombre es Alex.
-
- ¡No, no! ¡Yo no soy ninguna Pocha! Esas son
cosas de él, tiene la manía de decirle Pocha a todo el mundo, mi nombre es
Yukita.
Se hacía tarde. Yukita agradeció a su vecino por su
amabilidad y se dispuso ir rumbo a su trabajo.
Iba caminando apresurada, pero con la impresión de que
alguien le seguía sus pasos. No se animaba a voltear por miedo a que fuera Kris
quien la perseguía. Ese chico ya empezaba a darle fastidio.
Una vez en “La salchicha asesina” se puso su uniforme y se dispuso a atender
clientes que esperaban por su desayuno.
Y allí estaba, sentado en una de las mesas, regalándole una
gran sonrisa Alex, su nuevo vecino. Se acercó a tomarle su pedido, cuando el
enseguida le dijo:
-
- Yukita, el destino se empeñó a cruzarnos.
Esas palabras trajeron a su mente una conversación tenida
con Ricky en una de sus tantas noches de insomnio. Su corazón latió fuerte, y
mirando a Alex a los ojos le dijo:
-
- ¿Destino o casualidad? En lo personal me
gustaría que fuera el destino.
A lo que él respondió:
-
- Habrá que averiguarlo.
Y ahí quedó establecido el propósito de volverse a ver esa
misma noche.
Como Alex no terminaba de mudarse, su departamento carecía
de ciertas comodidades, por lo que Yukita le había ofrecido quedarse a cenar en
su casa. Él aceptó de inmediato. Así que ella lo esperó con su vestido rojo y
le preparó una rica cena.
Esa noche hablaron de muchas cosas, pero a medida que
pasaban las horas a ella algo le inquietaba. Necesitaba ver el video de Mr.
Marcel, porque sospechaba que ese tal Hannes podía ser su desaparecido novio.
Poniendo a penas al tanto a su invitado, prendió la tele en
el canal Venusino y allí estaba Hannes con poca ropa, haciendo de partenaire de
Rosetta en una exótica danza del caño. Yukita tragó grueso y cayó desvanecida
entre los brazos de Alex.
Imagen realizada por Gaby* |
Y acorde al programa suena...
3 Locuras:
Bueno parece que la situación mejora.
Por lo menos encontró alguien sobre el cual desmayarse. Alguien con el que tiene algo de química.
Menos mal que no soy Yukita, la verdad, tantas situaciones viene pasando, que en su lugar estaría a punto de enchalecarme yo misma!
Pero bueno, todo se va develando poco a poco. Al fin su ex novio... mmmmm, extraña misión lo tenía perdido.
Bueno, unos brazos que la sostengan, son sin dudas, mejor que cualquier chaleco de contención.
Va muy bien!
Besos!
Má*
Hola Loquis!
Bueno, en este capítulo las cosas no fueron tan malas para Yukita, al menos tiene un nuevo ¿amigo?... :)
El desmayo nos deja la intriga: ¿será o no será Hannes el pseudo-stripper?
Besos!
RoB
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