Un loco amor de verano

A esas alturas de la noche mis abuelos estaban más que preocupados, respiraron con alivio al vernos pero a la vez quedaron atragantados al ver a nuestros acompañantes.
Mi abuelo frunció el seño con una expresión que iba desde el susto a la desconfianza, yo me apresuré a explicarle lo sucedido y dejarle claro que gracias a estos dos chicos habíamos encontrado el camino de regreso. No muy convencido les dio las gracias, mi abuela más atenta los invitó a pasar, pero ellos prefirieron regresar a su casa, no sin antes manifestar su deseo de volvernos a encontrar. Del alma nos brotó a winny y a mí un: - Por supuesto.
Ellos sonrieron, creo que nuestra emoción por volverlos a ver era más que obvia.

Esa noche prácticamente no dormimos, no las pasamos chismorreando todo el tiempo, hablando de esos dos chicos como si los conociéramos de toda la vida. Ya sé, estamos en la edad del enamoramiento, pero puedo asegurar que la fascinación que nos provocaron era verdadera.
Así que empezamos a fantasear con el reencuentro y las cosas que haríamos juntos, hasta que el sueño y el cansancio se metieron en la conversación y comenzamos a decir cosas incomprensibles:

- Nunca imaginé vivir algo así perece de culapeli
- ¿Quién murió de cula queeeee?
- Cula nada, no sé de qué me habals?
- ¿Y ahora querés bailar un bals? ¿No te alcanzó dar tantas vueltas en el bosque de la china?
- ¿Qué china ni china?
- ¿Y ahora que te rechina?
- me rechinan los dientes se solo pensas en esos sicos
- Si, sicológicos problemas tenes vozzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…
- Ah! Azi poz ziii… zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

Dicen que el amor habla con la lengua atravesada. Y hablando de amor, ¡Felíz día de los enamorados!

Continuará...