Tocaron las doce cuando ya vieja y cansada iba aquella mujer hacia su cuarto, se había despedido de sus nietos y de su hija. Se encontraba atravesando el pasillo directo a su habitación cuando vio sobre una mesita que se encontraba ahí, un rosario roto que pertenecía a una de sus nietas, a la menor para ser más precisa, y en ese momento pensó “lo arreglaré mañana”. Así siguió su recorrido al cuarto. Se acomodó en la cama y miró su mesita de luz, agarró uno de los dos portarretratos que se hallaban en la misma. Miraba a su hija junto a su marido y sus nietas y pensó “Qué linda familia que formé, lástima que mi amado ya no esté aquí para verlo”. En ese instante regresó la foto al lugar y agarró la otra, en esta se encontraba su amado y difunto marido, lo miró, sonrió y dijo: - Daría todo por verte, aunque sea solo por una vez.
En ese momento vio una luz blanca y sintió como si su cuerpo comenzara a elevarse en el aire, le daba ganas de irse, sentía un bienestar puro, el tiempo ya no corría, era hora de irse con su amado que venía a buscarla para ya no regresar.
Sonó el despertador, María lo apagó de malas ganas, quería seguir durmiendo. Hacía varias noches que tenía sueños muy raros pero a su vez muy reales, basados en cosas que le fueron sucediendo a lo largo de su vida.
Mientras se vestía se puso a pensar en todo lo que había logrado en su vida. De chica siempre se sintió muy a gusto con su familia, sus padres nunca permitieron que le faltara nada y cuando los necesitaba estuvieron ahí para ella. En el colegio fue la mejor de la clase, buena compañera, lo que hizo que tuviese muchas amigas, las cuales hasta hoy en día seguían en pie con esa amistad de años. Les debía mucho a sus amigas, en especial el haber conocido a Bartolo (su difunto amado) con quién se casó y tuvo una hija la cual le dio dos hermosas nietas.
Así estuvo toda la mañana pensativa…
Luego del desayuno se dirigió hasta el mercado de frutas. En cuanto regresó a su casa se encontró con su nieta mas chica llorando.
-¿Qué te pasa mi niña?- le preguntó, a lo cual esta le contestó:
-Nada, el rosario que me regalaste se me ha roto
-No te preocupes, dámelo que para mañana te lo tengo arregladito, no te pongas mal, esto tiene solución, nadie se ha muerto mi niña
La niña sonrió, se lo dio y añadió: -Gracias abuela, te quiero
María apurada lo dejó en una mesita que se encontraba en el pasillo que daba a su cuarto y enseguida se fue al almacén para comprar otras cosas que le hacían falta.
Esa noche todos se reunieron a cenar. Conversaron de la vida y de sus vivencias cotidianas.Por parte de su hija y su yerno hablaron de trabajo todo el tiempo, lo cual a su nieta mayor no le agradaba nada, pedía a gritos atención, decía estar en una edad complicada y que nadie en la casa, excepto su abuela, la escuchaba. En eso su nieta menor le preguntó:-¿Me arreglaste el rosario?
-Perdón, pero todavía no he tenido tiempo, para mañana te lo arreglo sin falta ¿Si?
-No hay problema- le respondió de forma cálida
María al empezar a sentir que el sueño se adueñaba de ella, se despidió de todos con un beso y un “hasta mañana”.
Tocaron las doce cuando ya vieja y cansada iba aquella mujer hacia su cuarto, se había despedido de sus nietos y de su hija. Se encontraba atravesando el pasillo directo a su habitación cuando vio sobre una mesita que se encontraba ahí, un rosario roto que pertenecía a una de sus nietas, a la menor para ser más precisa, y en ese momento pensó “lo arreglaré mañana”. Así siguió su recorrido al cuarto. Se acomodó en la cama y miró su mesita de luz, agarró uno de los dos portarretratos que se hallaban en la misma. Miraba a su hija junto a su marido y sus nietas y pensó “Qué linda familia que formé, lástima que mi amado ya no esté aquí para verlo”. En ese instante regresó la foto al lugar y agarró la otra, en esta se encontraba su amado y difunto marido, lo miró, sonrió y dijo: - Daría todo por verte, aunque sea solo por una vez.
En ese momento vio una luz blanca y sintió como si su cuerpo comenzara a elevarse en el aire, le daba ganas de irse, sentía un bienestar puro, el tiempo ya no corría, era hora de irse con su amado que venía a buscarla para ya no regresar.
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15 Locuras:
Muy bueno!...conseguiste enhebrar el relato de forma natural, sin que suene forzado, haciendo que las sensaciones y recuerdos de tu protagonista se reiteraran en un encantador deja vu de recuerdos y presentes.
Te dejo un abrazo y me alegra que hayas decidido sumarte a estos encuentros de relatos!
P.d
note olvides de pasar por lo de Carmen para avisar que subiste tu post!.
Celebro Jime que te hayas sumado a la iniciativa! Me gustó mucho el relato, y como fuiste hilando la trama, arrancando desde un punto que termina siendo el mismo del desenlace.
Te felicito!
Creo que será un buen ejercicio para tí, no solo para expresar tus ideas sino para demostrar que puedes hacerlo muy bien.
Besitos!
Má :-)
Bienvenida a esta tu casa de los Jueves.
A veces los sueños se hacen realidad casi sin pensar, o son incluso premoliciones como le pasó a tu protagonista, en este caso una mala.
Los sueños siempre tienen algo de reales porque reflejan nuestras preocupaciones y nuestro subconciente.
Un saludo
Bienvenida a lo juevero,verás como te enganchas, lo pasamos bien escribiendo y leyendo !Salve!
Dicen que los y las viejas tienden a repetir secuencias, o a creérselo, olvidan cosas de hoy y recuerdan el pasado lejano. Dicen eso, pero yo digo que esa dulce abuela tiene un dejà vu amable, entre los suyos, y un irse tranquila, sosegada con su amado, será hoy o mañana, o...cuando lo quiera dejà vu.
Besitooooo.
a las buenas y bienvenida...
sabes, ahora ando en el paro, con lo cual tengo tiempo para escribir para esta reunión más que de sobra..otro efecto del apro es que suelo escribir últimamente varios textos..y sabes, en uno de los de esta semana se me ocurrión un texto que trataba este mismo suceso que tú has escrito..pero..pero..jajaj, me gusta más este tuyo...se nota que esta semana no era la mía para expresar ideas. tú, sin embargo, y a lo que he leído, has expresado la idea de maravilla.
medio beso.
Hola Loquita, te ha quedado un interesante Dèjá vu, de eso se trata de percibir que se ha vivido ese momento antes.
Bienvenida a los jueves :)
Un abrazo.
Me sumo a lo dicho por Neogéminis, lo que más me gusta es la coherencia del relato. Me gusta la paz con la que la abuelita se va con la luz, con Bartolo.
Saludos.
muy bueno... hiciste un deja vu entre las palabras... me encantó la originalidad. un beso!
Bienvenida a los jueves loquita y felicidades por tu entretenido relato. Me lo he pasado muy bien leyendo.
Besos
¡Bienvenida al mundo de los jueveros! Un buen relato para empezar, con un recorrido por la vida de esa mujer y con su premonitorio déjà vu. Un beso.
Hola!!! Es la primera vez que te visito y me gustó mucho hacerlo.
El relato que nos regalas es hermoso, fluído y ágil. Con un final mágico y triste a la vez.
Un abrazo.
Una historia muy bien hilvanada, llena de recuerdos y secuencias entremezcladas, e gustó ese suave viaje de la viejecita, sin estridencias, lleno de paz.
Bienvenida Loquita, es pero repitas.
Un abrazo.
Me ha encantado tu relato, es para disfrutarlo despacito, toda una historia muy bien hilvanada.
Un abrazo.
Sin sobresaltos, como si fuera parte de la vida misma, un deja vu continuado con sentimientos de nostalgia
Un beso
Hola: Lamento de veras no haber llegado antes, pero no ví el enlace en lo de Carmen. Bienvenida al mundo de los jueves literarios. Seguro que te gustará.
¿Sabes? creo que el rosario se quedará sin arreglar, ya que otro asunto más urgente e importante está reclamando la presencia de esa bondadosa abuela. Reunirse con su amado parece prioritario.
Me ha encantado tu relato y lo bien hilvanada que está su trama, con esa secuencia inicial y final como un mágico dèjá vu.
Un abrazo.
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